La limpieza facial consiste en la extracción de puntos negros en región facial, del cuello, del escote y corporal (espalda) en combinación con la colocación de máscaras descongestiva y nutritiva.
Se complementa con microdermoabrasión (punta de diamante) y alta frecuencia para finalizar el tratamiento.
Se recomienda realizarlo una vez por mes, acompañado de tratamiento domiciliario de hidratación.